¿La ARL rechazó tu accidente o enfermedad, diciendo que es "común"? ¿Te calificaron con un porcentaje de incapacidad muy bajo que no refleja tus secuelas? La Junta de Calificación es el tribunal especializado para resolver estos conflictos. Te representamos con argumentos médicos y legales contundentes para que ganes tu controversia.
Consulta Gratuita por WhatsAppCuando existe desacuerdo entre el trabajador (o su médico) y la ARL sobre si una incapacidad, accidente o enfermedad es de origen laboral o común, o sobre el grado de pérdida de capacidad laboral, se acude a un procedimiento especial llamado Controversia de Origen. Este se resuelve ante las Juntas de Calificación de Invalidez, que son tribunales médico-laborales.
Este no es un simple trámite administrativo; es un proceso técnico-jurídico donde se decide si tendrás acceso a todas las prestaciones de la ARL (incapacidades, indemnización, pensión) o si quedarás desprotegido, teniendo que acudir a la EPS para una enfermedad "común".
Principalmente en dos situaciones críticas:
La ARL afirma que tu condición no tiene relación con el trabajo. Ejemplos típicos:
La ARL reconoce el origen laboral, pero califica tus secuelas con un porcentaje de pérdida de capacidad laboral muy por debajo de lo que reflejan tus limitaciones.
Un trabajador con un salario de $2.500.000 sufre una lesión en la mano.
La controversia no es un tecnicismo; es una lucha por tu futuro económico.
Son órganos colegiados integrados por médicos y un abogado, designados por el Ministerio de Trabajo. Existen Juntas Regionales (en cada capital) y la Junta Nacional de Calificación (instancia de apelación).
El proceso:
Porque la controversia es un híbrido entre medicina y derecho:
Revisamos tu historia clínica completa, las calificaciones de la ARL y tu descripción de labores para identificar fortalezas y debilidades del caso.
Trabajamos (a veces con médicos especialistas aliados) para redactar un concepto claro que explique cómo y por qué tu trabajo causó o agravó la enfermedad/lesión. Esto es el corazón de la controversia.
No nos limitamos a los exámenes. Incluimos descripciones de cargo, testimonios, fotos del lugar de trabajo, normas de seguridad incumplidas, etc., para crear un contexto laboral adverso.
Te preparamos a ti (si vas a declarar) y preparamos nuestra sustentación. Anticipamos los argumentos de la ARL y tenemos respuestas listas.
Asistimos contigo, presentamos los argumentos, cuestionamos los peritajes de la ARL y hacemos valer tus derechos procesales.
Si el fallo de la Junta Regional nos es desfavorable, evaluamos y presentamos el recurso de apelación ante la Junta Nacional de Calificación.
Un fallo favorable de la Junta significa:
Las Juntas de Calificación existen precisamente para corregir los abusos y errores de las ARL. Es un mecanismo de justicia técnica. Aprovecharlo requiere especialización y determinación.
Si estás frente a una negativa de la ARL sobre el origen o el porcentaje de tu incapacidad, no la aceptes como la última palabra. La última palabra la tiene la Junta, y nosotros sabemos cómo convencerla.
El proceso ante la Junta Regional puede tomar entre 4 y 8 meses, dependiendo de la carga de trabajo de la Junta y de si se ordenan peritajes adicionales. Si hay que apelar ante la Junta Nacional, se pueden agregar otros 6 a 12 meses. Si bien no es inmediato, es mucho más rápido que una demanda laboral ordinaria, y el fallo tiene la misma fuerza. La clave es iniciarlo pronto para detener el reloj de la prescripción.
Sí, es posible. Sin embargo, las estadísticas muestran que los trabajadores que cuentan con representación legal especializada tienen una tasa de éxito significativamente mayor. La ARL siempre va con su equipo de abogados y médicos. Ir sin representación te pone en una clara desventaja técnica y procesal, especialmente en la audiencia donde se debaten conceptos médicos complejos.
Si el fallo de la Junta Regional te es desfavorable, tienes derecho a apelar ante la Junta Nacional de Calificación en un plazo breve (5 días). Si también pierdes allí, o si no apelas, el fallo se torna firme. Aun así, en algunos casos específicos (cuando hay violación al debido proceso o se demuestra mala fe) podría explorarse una acción judicial posterior, pero es mucho más difícil. Por eso la preparación desde la primera instancia es vital.
Legalmente, la empresa es responsable solidaria con la ARL. En la práctica, su postura varía. Algunas empresas apoyan al trabajador porque les interesa que la ARL asuma los costos. Otras se alinean con la ARL para evitar que se les catalogue como un "sitio de alto riesgo". Nosotros evaluamos si es estratégico involucrar a la empresa o mantener el foco en la batalla contra la ARL.
No es estrictamente necesario, pero es altamente recomendable. Un concepto médico independiente, emitido por un especialista en la materia (ortopedista, neumólogo, psiquiatra, etc.), que sostenga el origen laboral y el grado real de tus secuelas, es una prueba de mucho peso. Nosotros podemos orientarte sobre el tipo de especialista que necesitas y cómo solicitar un concepto bien estructurado.
Sí, nuestro compromiso es contigo hasta el final del camino legal. Cuando tomamos un caso de controversia, nuestros honorarios (que son contingentes y se pactan de antemano) cubren la representación en todas las instancias necesarias: Junta Regional, y si es el caso, Junta Nacional. Solo cobramos honorarios si logramos un resultado favorable (reconocimiento del origen laboral o aumento del porcentaje de incapacidad).
No aceptes su versión como un veredicto final. La Junta de Calificación existe para hacer justicia en casos como el tuyo. Con nuestra experiencia, transformaremos tu evidencia médica en un caso ganador.