¿Estás viviendo humillaciones, gritos, amenazas, aislamiento o discriminación en tu trabajo? El acoso laboral y la vulneración de tus derechos fundamentales no son “normales” ni parte del cargo. Te ayudamos a denunciar, detener la situación y exigir medidas de protección y reparación.
Consulta Gratuita por WhatsAppEl acoso laboral es una conducta persistente de maltrato, persecución, humillación o descalificación que tiene como efecto dañar la dignidad, autoestima, salud física o mental del trabajador, o forzarlo a renunciar o a aceptar condiciones injustas.
Cuando estas conductas afectan tu dignidad, tu igualdad, tu intimidad, tu honra, tu derecho al trabajo digno o tu salud, estamos frente a una vulneración de derechos fundamentales que puede y debe ser denunciada y corregida por las autoridades y por el empleador.
En la práctica, el acoso laboral no siempre se presenta con un solo acto, sino como una serie de conductas reiteradas que se normalizan en el día a día de la empresa:
Incluye acciones y expresiones que buscan menospreciar o ridiculizar al trabajador:
Conductas dirigidas a forzar la renuncia o quebrar emocionalmente al trabajador:
Cuando se trata de manera diferente y perjudicial a una persona por razones personales o por ejercer sus derechos:
Catalina trabaja en una empresa de servicios en Bogotá. Después de informar un acto de corrupción interno, su jefe directo empezó a:
Conclusión: No se trata solo de conflictos laborales normales, sino de un patrón de acoso laboral que vulnera su dignidad, su derecho a la igualdad y su derecho a trabajar sin represalias por denunciar. Catalina puede acudir a instancias internas y externas para detener la situación y exigir protección.
El trabajo no es solo una fuente de ingresos; es un espacio donde deben respetarse derechos mínimos reconocidos por la Constitución y la ley:
Tienes derecho a recibir un trato digno, sin insultos, humillaciones ni agresiones verbales o físicas. Ningún resultado empresarial justifica el maltrato hacia los trabajadores.
No pueden discriminarte por tu género, orientación sexual, estado civil, embarazo, edad, origen, discapacidad, religión o cualquier otra característica personal. Cualquier diferencia de trato basada en estos criterios puede constituir una vulneración de derechos fundamentales.
El empleador debe proteger tu salud integral. Jornadas excesivas, ambientes tóxicos, presión psicológica permanente o acoso pueden generar enfermedades laborales físicas y emocionales que deben prevenirse y, de ser necesario, reconocerse como origen laboral.
No es legítimo divulgar información privada, difamar, invadir tu vida personal o exponer tu imagen o datos sin autorización. Los comentarios o campañas internas para dañar tu reputación también pueden ser objeto de acción legal.
Tienes derecho a reportar irregularidades, acoso o incumplimientos sin ser castigado por ello. Las represalias por denunciar violan directamente tus derechos fundamentales.
El acoso laboral no solo afecta tu trabajo; impacta tu salud y tu entorno personal:
La ley reconoce que nadie está obligado a soportar estas situaciones. Existen mecanismos para detener el acoso, proteger tu salud y reclamar la reparación de los daños sufridos.
Dependiendo de la gravedad y de las pruebas existentes, se pueden solicitar diferentes medidas y compensaciones:
Reubicación del trabajador, separación del presunto acosador, ajustes en las condiciones de trabajo, prohibición de contacto directo, entre otras medidas preventivas para evitar nuevos episodios.
En casos graves, se puede reclamar indemnización por los daños morales, emocionales y, eventualmente, materiales ocasionados por el acoso y la vulneración de derechos fundamentales.
Cuando el acoso genera afectaciones psicológicas o físicas, puede solicitarse que se reconozca la enfermedad como de origen laboral, con las prestaciones y atenciones correspondientes por parte del sistema de riesgos laborales.
En ciertos escenarios, se puede solicitar la nulidad de decisiones tomadas como represalia (por ejemplo, despidos o sanciones), el restablecimiento de tu cargo o condiciones y la reparación de los derechos vulnerados.
El acoso laboral suele ocurrir en espacios cerrados o entornos donde la prueba no es evidente. Por eso es fundamental construir un expediente sólido:
Chats, correos electrónicos, mensajes internos o cartas donde se evidencien insultos, amenazas, presiones injustificadas o represalias. Estos documentos son clave para demostrar el patrón de comportamiento.
Documentos internos usados para presionar, desacreditar o sancionar sin fundamento real. Una revisión cuidadosa puede mostrar que se utilizaron como herramienta de persecución.
Declaraciones de colegas que hayan presenciado los actos de acoso o que hayan vivido situaciones similares dentro de la misma empresa.
Historias clínicas, incapacidades, diagnósticos o conceptos de salud ocupacional que vinculen el deterioro de tu salud con el ambiente laboral.
Si ya has presentado quejas ante el comité de convivencia, recursos humanos o instancias internas, esos documentos son prueba de que reportaste el acoso y la empresa conocía la situación.
En Consilium Group SAS seguimos un proceso estructurado para que no estés solo en este camino:
Te escuchamos con calma, revisamos tu historia, tus pruebas iniciales y valoramos si los hechos encajan en acoso laboral y vulneración de derechos fundamentales.
Te orientamos sobre qué documentos y testimonios conseguir y cómo hacerlo de forma segura. Organizamos cronológicamente los episodios de acoso para mostrar el patrón de conducta.
Te acompañamos en la presentación de quejas ante el comité de convivencia, recursos humanos o instancias internas, exigiendo medidas de protección y cese del acoso.
Se pueden presentar quejas ante el Ministerio de Trabajo u otras autoridades competentes para que investiguen a la empresa y ordenen correctivos.
En casos de vulneración grave de derechos fundamentales, es posible interponer acción de tutela para obtener protección inmediata, y adicionalmente demandas ordinarias para el reconocimiento de daños y perjuicios.
No solo presentamos documentos: te acompañamos en audiencias, diligencias y etapas clave, explicándote cada paso y ayudándote a tomar decisiones informadas.
Los tiempos dependen del tipo de acción y de la instancia a la que se acuda:
Lo importante es diseñar una estrategia que combine las vías más rápidas de protección con las acciones de fondo que permitan una verdadera reparación.
En Consilium Group SAS entendemos que detrás de cada caso de acoso hay una persona y una historia de desgaste emocional:
Importante: El acoso laboral no es parte del “carácter fuerte” de un jefe ni del “ambiente” de la empresa. Es una conducta reprochada por la ley y por las autoridades.
No estás obligado a soportar humillaciones, persecución, gritos ni discriminación para conservar tu empleo. Existen mecanismos legales para detener el acoso, proteger tu salud y exigir reparación por los daños sufridos.
Dar el primer paso con asesoría profesional puede marcar la diferencia entre seguir soportando en silencio o recuperar tu tranquilidad y tus derechos.
El conflicto laboral ocasional es parte de cualquier organización. El acoso se diferencia porque hay un patrón de conductas repetidas de maltrato, humillación, persecución o discriminación que afectan tu dignidad, tu salud o que buscan forzarte a renunciar. Si sientes miedo constante, angustia al ir a trabajar o percibes un trato sistemáticamente degradante, es momento de buscar ayuda profesional para evaluar tu caso.
El temor es comprensible, pero la ley contempla medidas de protección y prohíbe las represalias por denunciar. Por eso es importante planear la estrategia de denuncia con asesoría jurídica, para minimizar riesgos y, si hay represalias, contar con evidencia que refuerce tu caso por vulneración de derechos fundamentales.
Si las instancias internas no actúan o lo hacen de forma insuficiente, se pueden activar mecanismos externos: quejas ante el Ministerio de Trabajo, acciones de tutela, denuncias ante EPS o ARL si hay afectación de salud, e incluso demandas por daños y perjuicios. No estás obligado a quedarte solo con una respuesta interna insuficiente.
Sí. Los mensajes escritos son una de las pruebas más importantes para demostrar el acoso y la vulneración de derechos. Por eso es clave conservar correos, chats, audios y cualquier comunicación donde se evidencien insultos, amenazas, presiones injustificadas o represalias. Durante la asesoría te indicamos cómo recopilar y organizar esos soportes.
Sí. Si sientes ansiedad, insomnio, tristeza profunda, ataques de pánico u otras afectaciones, debes acudir a tu EPS y, de ser posible, a salud ocupacional. Ellos pueden valorar tu estado, ordenar incapacidades y determinar si hay relación con el ambiente laboral. Estos conceptos también sirven como prueba en los procesos legales.
Ofrecemos una consulta inicial gratuita para escuchar tu caso y orientarte sobre las alternativas legales. A partir de allí, los honorarios se definen de forma transparente según la complejidad del asunto y las acciones necesarias, buscando siempre opciones de pago que no se conviertan en un obstáculo para defender tus derechos fundamentales.
No estás solo ni tienes que soportar el maltrato para conservar tu empleo. Agenda tu consulta gratuita con nuestros abogados en Bogotá y recibe una orientación clara sobre cómo protegerte, detener el acoso y exigir la reparación de tus derechos fundamentales.