¿Empleador y trabajador desean terminar la relación laboral de forma pacífica y definitiva? Un acuerdo de terminación bien estructurado es la herramienta más segura. Te acompañamos en la negociación, redacción y firma de un documento legalmente sólido que cierra la relación sin futuras sorpresas.
Consulta Gratuita por WhatsAppUn acuerdo de terminación laboral es un contrato mediante el cual empleador y trabajador, de común acuerdo, deciden poner fin a la relación laboral, estableciendo las condiciones económicas y los términos de la separación. A diferencia del despido unilateral, aquí no hay un "vencedor" o "vencido"; hay un pacto negociado.
Su principal ventaja: Ofrece certidumbre y finalidad. Para la empresa, es un blindaje contra futuras demandas. Para el trabajador, es la garantía de recibir un paquete acordado, que muchas veces puede ser superior a una indemnización por despido sin causa.
Esta figura es ideal en situaciones como:
Un simple "papel" firmado no basta. Un acuerdo profesional debe incluir:
Queda claramente establecido que la decisión es conjunta y voluntaria, descartando cualquier futura alegación de coerción o despido encubierto.
Se especifica el cálculo y el monto de cada concepto a pagar: salarios pendientes, cesantías, intereses, prima de servicios, vacaciones, y la indemnización voluntaria o pactada (si la hay).
El trabajador manifiesta que recibe la suma total como pago completo y definitivo de todas las acreencias laborales, pasadas, presentes y futuras, renunciando a demandar por cualquier concepto relacionado con el contrato.
Ambas partes se declaran satisfechas y sin obligaciones pendientes. El trabajador devuelve los bienes de la empresa.
Pueden pactarse obligaciones de no divulgar información sensible y, por un tiempo limitado, de no trabajar para la competencia directa, a cambio de una contraprestación económica.
Situación: Un ejecutivo con 5 años en la empresa ya no encaja en la nueva dirección. Un despido sin causa costaría $50 millones en indemnización contractual. La empresa quiere una salida limpia. El ejecutivo quiere un buen paquete para emprender.
Acuerdo Negociado: Se pacta el pago de la liquidación completa ($30M) más una indemnización voluntaria de $20M (igual al costo del despido). A cambio, el ejecutivo firma cláusulas de confidencialidad estrictas y una renuncia amplia a demandar.
Resultado: La empresa paga lo mismo que en un despido, pero obtiene protección legal y confidencialidad. El ejecutivo recibe su dinero de inmediato y en buenos términos. Ganan ambos.
Muchos acuerdos se materializan y firman en una audiencia de conciliación ante el Ministerio de Trabajo o un conciliador autorizado. Esto añade una capa extra de seguridad:
Te acompañamos en cada etapa:
Te ayudamos a definir tu mejor alternativa de negociación (BATNA), a entender qué es razonable pedir/ ofrecer y a preparar la estrategia de la conversación.
Elaboramos el borrador del acuerdo con todas las cláusulas necesarias para proteger tus intereses, ya seas empleador o empleado.
Podemos actuar como tu representante directo en las conversaciones, manteniendo la calma y el enfoque en los objetivos legales, no emocionales.
Te preparamos para la audiencia, asistimos contigo y nos aseguramos de que el acta final refleje fielmente lo pactado, con el lenguaje jurídico adecuado.
Si la otra parte te presenta un acuerdo, lo revisamos minuciosamente, identificamos cláusulas peligrosas (como renuncias demasiado amplias) y te aconsejamos si firmar o proponer cambios.
Firmar un documento sin asesoría puede ser peor que no firmar nada:
Para Empresas: Que buscan terminar relaciones laborales de manera segura, minimizando el riesgo de pleitos futuros y protegiendo su información confidencial.
Para Trabajadores: Que han recibido una propuesta de acuerdo o desean iniciar una negociación para irse en buenos términos, asegurando que reciban todo lo que merecen y no firmen en su perjuicio.
Un acuerdo de terminación bien hecho es una inversión en tranquilidad. Cierra un capítulo de manera definitiva, permitiéndote a ti (empresa o trabajador) mirar hacia el futuro sin la sombra de un posible litigio.
No subestimes el poder de un "buen divorcio" laboral. Puede preservar relaciones, reputaciones y ahorrar cantidades significativas de tiempo y dinero a largo plazo.
Un acuerdo bien redactado y conciliado ante autoridad competente tiene efectos de cosa juzgada, lo que significa que extingue la posibilidad de demandar por todos los hechos derivados de la relación laboral terminada. Es la forma más sólida de evitar futuros pleitos. Solo podrían reclamarse derechos posteriores al acuerdo (como una pensión de invalidez no relacionada) o si se prueba que el acuerdo fue firmado bajo engaño o fuerza.
Varias ventajas potenciales: 1) Puedes negociar una indemnización voluntaria adicional a tu liquidación legal. 2) Sales en buenos términos, lo que es valioso para futuras referencias laborales. 3) Recibes el pago de inmediato, sin tener que pasar por un proceso judicial que puede durar años. 4) Tienes control sobre los términos, como incluir una carta de recomendación o un periodo de transición pagado.
No. La esencia del acuerdo es el mutuo consentimiento. Presionar o amenazar para lograr la firma puede anular el acuerdo por vicios del consentimiento. La estrategia correcta es presentar una propuesta atractiva y bien fundamentada que el trabajador vea como beneficiosa, posiblemente acompañada de la alternativa menos favorable (un despido sin causa con solo lo legal). La asesoría legal es clave para manejar esta conversación adecuadamente.
Recomendamos firmemente la conciliación. Un acuerdo privado es válido, pero uno conciliado tiene fuerza ejecutiva (como una sentencia) y es mucho más difícil de impugnar. Además, el conciliador actúa como testigo neutral y ayuda a redactar el acta con términos claros. Es la forma más segura para ambas partes.
Depende de cómo esté redactado el acuerdo. Si el acuerdo dice que recibes "X suma en pago de TODAS las acreencias laborales, conocidas o no", será muy difícil reclamar. Si, en cambio, lista conceptos específicos y omite otros (como horas extras no pagadas de hace 2 años), podrías argumentar que no renunciaste a ese concepto no mencionado. Por eso es vital una revisión profesional antes de firmar.
El proceso puede ser muy ágil. Una vez hay acuerdo en los términos, la redacción del documento puede tomar 1-2 días. La citación a conciliación ante el Ministerio de Trabajo suele programarse en un plazo de 10 a 20 días hábiles. En total, desde la decisión de negociar hasta la firma del acta con efectos de cosa juzgada, puede tomar entre 2 y 4 semanas.
No dejes al azar un proceso que define tu futuro económico y legal. Con nuestra asesoría, lograrás un acuerdo justo, seguro y definitivo. Agenda tu consulta para evaluar tus opciones.