¿Necesitas despedir a un empleado y quieres hacerlo correctamente para evitar una demanda? ¿Te despidieron y crees que fue injusto o que tu indemnización es incorrecta? Ofrecemos asesoría estratégica a ambas partes para navegar este proceso crítico con seguridad jurídica.
Consulta Gratuita por WhatsAppLa terminación del contrato de trabajo, ya sea con o sin justa causa, es uno de los momentos de mayor riesgo en la relación laboral. Un error formal, un cálculo equivocado o una causal mal sustentada pueden convertir un despido en un costoso proceso judicial para la empresa, o en la pérdida de derechos económicos para el trabajador.
Nuestra misión es transformar este momento de incertidumbre en un proceso claro, legal y predecible, ya sea que actúes como empleador o como trabajador.
Ocurre cuando la empresa decide terminar el contrato sin que el trabajador haya cometido una falta. En este caso, el empleador está obligado a pagar una indemnización.
Ocurre cuando el empleador termina el contrato sustentado en una causal legal probada, como indisciplina, bajo rendimiento no corregido, o falta grave. Aquí no hay lugar a indemnización.
Una empresa de Bogotá despidió a un supervisor por "pérdida de confianza" tras un error operativo. La comunicación fue verbal y no se siguió procedimiento disciplinario. El trabajador demandó.
Resultado en el Juzgado: El juez consideró que al no haber descargos ni investigación, el despido era sin justa causa. La empresa tuvo que pagar la indemnización que originalmente quiso evitar, más intereses y costas judiciales. Conclusión: Un asesoramiento previo hubiera evitado este resultado.
Para la Empresa:
Para el Trabajador:
Paso 1: Diagnóstico (Consulta Gratuita). Escuchamos tu situación, revisamos los documentos iniciales y te explicamos tus opciones legales y riesgos.
Paso 2: Estrategia. Definimos un plan de acción claro: si es procedente el despido con causa, si es mejor una negociación, o si debes reclamar.
Paso 3: Ejecución. Nos encargamos de todo el procedimiento: redacción de documentos, cálculos, representación en comunicaciones y audiencias.
Paso 4: Seguimiento o Cierre. Aseguramos que el acuerdo se cumpla o, si es necesario, llevamos el caso a la instancia judicial correspondiente.
En el despido, el tiempo es crucial. Para el trabajador, el plazo para reclamar por un despido injusto es de 3 años. Para la empresa, cada día de indecisión puede significar acumular más salarios y prestaciones a cargo.
No improvises en uno de los momentos más delicados de la relación laboral. Busca asesoría especializada desde el primer momento.
Sí, puede hacerlo. Esto se llama despido sin justa causa. Sin embargo, la ley no lo deja impune: está obligado a pagarte una indemnización según lo pactado en tu contrato (mínimo lo que establece la ley). No necesita dar una razón detallada, pero sí debe comunicarte la decisión por escrito y pagarte todos tus derechos.
La ley enumera causales como el engaño al ser contratado, violencia, daños deliberados a la empresa, revelación de secretos industriales, competencia desleal, o incurrir repetidamente en faltas de disciplina a pesar de llamados de atención. La clave es que la empresa debe probarlas siguiendo un procedimiento disciplinario formal.
Absolutamente. Debes revisar si la empresa cumplió con todo el debido proceso: citación por escrito a descargos, oportunidad para defenderte, evaluación de pruebas y decisión motivada. Si faltó algún paso, o la falta no es suficientemente grave, puedes impugnar el despido y reclamar que se declare sin justa causa, con el pago de la indemnización correspondiente.
El error más común y costoso es intentar un despido con justa causa sin seguir el procedimiento disciplinario. Muchos empleadores creen que una falta obvia les exime de formalidades. No es así. Un juez puede anular el despido por vicios de procedimiento, obligando al pago de la indemnización más intereses, aun cuando el trabajador haya cometido la falta.
El plazo general de prescripción para las acciones laborales es de tres (3) años. Este tiempo comienza a correr desde el día siguiente al despido. Es crucial no esperar hasta el final del plazo, ya que la recolección de pruebas y la preparación de la demanda toman tiempo.
Para trabajadores, trabajamos frecuentemente con honorarios contingentes. Esto significa que, tras una consulta inicial gratuita, nuestros honorarios profesionales son un porcentaje de lo que efectivamente recuperemos para ti. Si no ganamos, no cobramos honorarios por la representación judicial. Para empresas, ofrecemos planes de asesoría preventiva y representación con honorarios fijos o por hora, previamente pactados.
No importa de qué lado de la relación laboral estés: tomar decisiones informadas es clave para proteger tus intereses económicos y legales. Contáctanos para una evaluación honesta de tu caso.